Ver cine hoy



Por: Rebeca Mejía

Publicado en Crítica Forma y Fondo Diario NTR Zacatecas
14/01/20

Hace casi un año de la polémica generada por Roma (2018) de Alfonso Cuarón, desde debates intensos en redes sociales sobre el clasismo, el racismo y la discriminación en México hasta los posibles alcances del filme en la gran contienda por los premios Óscar de 2019. Para entonces Roma ya había sido acreedora de múltiples nominaciones y reconocimientos, solo faltaban los Óscares en dónde obtuvo diez nominaciones incluyendo Mejor Película. Al final se fue a casa con tres reconocimientos: Mejor Director, Mejor Película Extranjera y Mejor Fotografía. La controversia no se detuvo, al contrario se intensificó durante varios meses; comentarios sobre quién había sido realmente el responsable de la extraordinaria fotografía en el filme, descalificaciones a Yalitza Aparicio sobre si podría ser considerada actriz o menospreciando sus orígenes étnicos, (sobra decir que la mayoría del acoso y burlas estuvieron en manos de la prensa mexicana) hasta rumores sobre el supuesto boicot liderado por Steven Spielberg para que Roma no ganara el Óscar a la Mejor película.
El famoso director de Tiburón no estaba de acuerdo con que largometrajes hechos para plataformas streaming participaran en la máxima premiación de Hollywood. En abril del mismo año presentó una iniciativa para que esas cintas compitieran sólo en los Emmys, premios creados para productos televisivos. Las voces en contra no se hicieron esperar y por lo que observamos en la reciente entrega de los Golden Globes, las producciones de streaming siguen “pisando fuerte” e incomodando a más de uno.
Lo pudimos apreciar en los comentarios de Ricky Gervais en su mordaz monólogo de apertura cuando dijo que: “A nadie le importa realmente el cine ya. Nadie va al cine, nadie ve realmente televisión. Todos están viendo Netflix. Este show debería ser “muy bien Netflix, tú ganas todo. Buenas noches”. También en sus comentarios se refirió a la polémica generada por las declaraciones de Scorsese respecto a las películas de Marvel comparándolas con los parques de diversiones, y lo gracioso que resultaba que Scorsese, siendo tan pequeño para subirse a una montaña rusa, hubiese dicho esto. También habló sobre las películas “épicas”, refiriéndose a su larga duración, como El Irlandés producida en Netflix u Once Upon a Time in Hollywood muestra de cine “para los actores”. La primera por cierto no se llevó nada en la noche, ni siquiera el premio a Mejor Director para Scorsese.
Entre otras producciones de streaming tomadas en cuenta en las nominaciones estuvieron Marriage Story y Two Popes, las cuales no sobresalieron demasiado salvo la primera con Laura Dern con el premio a Mejor Actriz de Reparto. Los premios fueron en su mayoría para las propuestas de grandes estudios con estupendas estrategias de marketing. Véase por ejemplo el caso de Joker que hizo acreedor a Joaquin Phoenix al premio por Mejor Actor. La cinta contradice en parte las afirmaciones hechas por Garvin al decir que nadie va al cine, pues fue una de las cintas más taquillera del año pasado, por no hablar de la gran conversación que provocó en cuanto a temas como desobediencia civil o trastornos psicológicos. Recordemos que la cinta fue acreedora al León de Oro en el pasado Festival de Cine de Venecia. Desde entonces se auguraban los premios para Phoenix e incluso la nominación del filme al Óscar por Mejor película. Pero, ¿no será que con cintas como el Joker estamos ante un parque de diversiones, más sofisticado?
Retomemos las declaraciones sobre Scorsese acerca de Marvel. El director fue cuestionado sobre los filmes de superhéroes en una entrevista hecha por la revista Empire a principios de octubre del año pasado, a lo que confesó que había intentado verlas pero que simplemente no eran para él. Asemejándose más a un parque de atracciones que a las películas que ha amado, podría decirse que no son cine. Posteriormente, el director de Taxi Driver retomaría sus declaraciones y explicaría lo que para él es el verdadero cine: “Una revelación estética, emocional y espiritual”. Las franquicias modernas, tienen en cambio, mercados estudiados y audiencias probadas que garantizan su consumo. No hay revelación, misterio ni peligro genuino. Al mismo tiempo, las cintas que apuestan por una experiencia estética tienen cada vez menos espacios debido a los éxitos asegurados a los que se tiene acostumbrada a la audiencia.
En tiempos en los que El Deforma nos ha advertido que a nadie interesan nuestros comentarios de “críticos de cine” en Facebook y Twitter o bien en que los espectadores pueden discutir al momento y desde todos los rincones las cintas estrenadas, es hora de preguntarse si las audiencias son más exigentes y por qué; ¿se trata de una gran estrategia de marketing que se viriliza y nos lleva, aparentemente, a consumos más altos tanto en plataformas como en el cine tradicional o estamos ante una audiencia más minuciosa?. Y además, ¿quién gana en este contexto?, ¿el streaming o los grandes estudios?, ¿los parques de diversiones o el verdadero cine?

Twitter: @RbkMej


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