Por: Rebeca Mejía
Publicado en Crítica Forma y Fondo Diario NTR Zacatecas
12/06/19
Filósofos
e historiadores han señalado en la década de 1980 un cambio de percepción temporal.
Una transformación en la forma de relacionarnos con el tiempo, de observarlo.
François Hartog lo posiciona simbólicamente en 1989. La cuestión es que cada
presente, ubicado además espacialmente, traza su relación con el pasado y con
el futuro, caracterizándolos, representándolos además, generalmente, suele haber
un énfasis por alguna de estas categorías. Se habla de que hoy en día, la más
importante es la del “presente”, un presente que incluso se anticipa a lo que
dirán de él en un futuro, como si quisiera verse a sí mismo antes de tiempo.
Pero, este presente se vive de distintas formas, existen presentismos dice François Hartog, que se pueden ubicar en muchas
prácticas, por ejemplo, la transmisión en vivo de “sucesos históricos”, los
presentes post-apocalípticos en la literatura que evocan la inacción del hombre
ante un futuro, que cuando se habla de él, suele ser catastrófico o la llegada
del “historiador del tiempo presente”.
En
nuestro presente hay una obsesión por la preservación del pasado, temas como el
“patrimonio” o la “memoria” han cobrado un significado especial. Existe una
preocupación por el pasado pero no sólo de parte del historiador, en realidad
Hartog señala una pérdida de evidencia
del quehacer histórico. Pero, al mismo tiempo, hay una exigencia de parte de la
sociedad por entender el presente y ubicar al historiador como una figura que
debería ser un “experto” pero, ¿experto de qué exactamente?
¿Cómo
se relaciona el historiador con su presente? ¿Es posible comentar desde el
punto de vista histórico el “presente”?, ¿Con qué propósitos? Y ¿a través de
qué medios? Ya el artículo de @rebeccaonion, “Making History Go Viral” señala a
Twitter como la plataforma en la que fue posible encontrar opiniones de
historiadores sobre los temas y hechos más relevantes del 2018, la mayoría de
EE.UU. ¿Qué hay de Twitter México? ¿Qué historiadores son considerados líderes
de opinión? ¿De qué temas hablan?
Me
pareció que preguntar en Twitter sería lo más lógico para encontrar, entre
colegas y amigos, a aquellos que cuentan con más seguidores y poder ver de qué
temas twittean. Los comentarios no se hicieron esperar, como bien suele suceder
en esta red social, aunado a la exigencia de nuestra profesión, sobre ser más
específica en cuanto a lo que “historiador” se refiere. Se comentó que era
necesario distinguir entre aquellos que eran divulgadores de la historia y no
historiadores, así como también aquellos perfiles que se acreditaron como historiadores
por publicidad, más que por una formación y trayectoria académica. Lo mismo
hubo quienes enlistaron a sus historiadores y divulgadores favoritos en un solo
tweet. Quedaba claro entonces que la pregunta no debía formularse de manera tan
simple y que la respuesta no era tan sencilla en realidad. Aun y con estas
distinciones, es interesante ver las cifras, alcance y contenido que tienen los
perfiles más seguidos de historiadores e historiadoras, de diversas cuentas que
simulan el usuario de un personaje o hecho histórico, figuras públicas que se
dedican a la divulgación de la historia, cuentas de museos e instituciones
dedicadas a la historia, entre muchos otros perfiles, en una plataforma como
Twitter México que cuenta con aproximadamente 35.3 millones de usuarios.
Ente
los historiadores que no son reconocidos propiamente por su formación académica,
y que por el contrario suelen ser el centro de críticas y polémicas, pero también
cuentan con altas ventas en librerías, difusión en los grandes medios de
comunicación y el reconocimiento de cierto público o instituciones, o bien que
se dedican a otros oficios como el periodismo, tenemos a: @EnriqueKrauze
841,900, @aguilarcamin 617,300, @Taibo2 396, 200, o @fmartinmoreno 86, 600.
Existen
muchas cuentas dedicadas a perfiles históricos, en México entre los más populares
están @DonPorfirioDiaz 218,600 @CarlotaEmperatr 17, 400, @DnBenitoJuarez 4, 274
o @Hernncortes 8, 602. Que buscan recrear “al momento” los procesos históricos
en los que estuvieron envueltos o bien opinar sobre el presente desde una caracterización propia de lo que diría el
personaje. También se encuentran aquellos que son considerados divulgadores de
la historia como @arr1910 96, 800 o @cuauhtemoc_1521 88, 400.
Pero,
¿qué hay del historiador profesional en México? Aquel formado en las
universidades, dedicado a las labores de docencia e investigación pero que
también participa en la creación o colaboración de proyectos de divulgación
dentro y fuera de la academia. Entre los historiadores más seguidos se
encuentran: @DrLorenzoMeyer, 789, 200, @HistoriaPedro 32,300, @alf_avila_
13,100, @Clionautica 8,566, @clomnitz 6,515, @Martinhache 5,962, @EFlorescano
5,618, @librocrepusculo 5,075, @rfagoaga 3,175 y @ArielKuri 3,128.
Algunas
de las historiadoras más seguidas son: @ursulacamba 34,300, @criveragarza 19,600,
@VekaDuncan 15,200, @LoaezaSoledad 15,300, @BerthaHistoria 8,796, @karlamotte
7,116, @Sarahidalgo 4,379, @gabcano 3,943, @tazy 3,613 e @isapovea 2, 802.
El
historiador profesional tiene poco si lo comparamos con el tiempo en que se ha
escrito historia, la figura de quien escribe historia nos puede remontar a
Grecia con Heródoto, pero de ninguna forma se trató de un historiador
profesional. Ese llegaría hasta el siglo XIX cuando buscaron consolidar su
discurso con una metodología paralela a las ciencias naturales, un método
histórico. Mucho ha pasado desde entonces en las formas de pensar y escribir la
historia, desde Annales pasando por
el giro de los 70’ y hasta la
aparición de la historia del tiempo
presente.
Hablar
del pasado no es exclusivo del historiador. Hablar del pasado como materia de
conocimiento tal vez sí, están también la antropología y la filosofía, pero
incluso nosotros mismos fijamos los límites y alcances de las disciplinas. Decía
al inicio que Hartog ve un desplazamiento del historiador por otras figuras y
discursos. Pero lo cierto es que, descalificarlos o ignorarlos no va a hacer
que estos desaparezcan, por el contrario se multiplican día con día. El
historiador podría ser una guía para distinguir entre tantas formas de hablar
del pasado. Están también los debates sobre los formatos y fuentes que la
tecnología permite para el estudio y preservación de la historia.
Por
otra parte, el divulgador no necesariamente es historiador profesional pero el
historiador puede ser divulgador y tiene al alcance muchas herramientas, de
hecho, ya se ha discutido como el perfil de aquel historiador que aspira a
dedicarse exclusivamente a la investigación es prácticamente caduco,
especialmente si hablamos en términos de empleo en México, en donde la mayoría
de los más jóvenes historiadores se dedican a la docencia y divulgación e
incluso a otras áreas como el periodismo. Repensarnos como historiadores desde
nuestro “presente” involucra reflexionar nuestro tiempo, desde nuestros medios
y también en cómo articulamos pasado, presente, futuro.
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